Ruth Alcaraz, una periodista senior de investigación, se encontró en medio de una situación delicada cuando decidió grabar a una pareja que estaba protagonizando un violento altercado frente a su local. Lejos de agradecer su intervención, la mujer agredida le gritó y le exigió que borrara el video, argumentando que podría perjudicarla en su trabajo.
Días después, la periodista se enfrentó a una nueva situación inesperada: el agresor la amenazó y la amedrentó por haberse "metido en la vida ajena". "¿Quién vos te crees para meterte en la vida ajena? Fundiste una familia", le habría dicho el hombre.
Ante esta situación, Ruth Alcaraz decidió compartir los mensajes de amenaza en sus redes sociales, recibiendo el apoyo de sus seguidores. "Si así se pelean en la calle, no quiero imaginar cómo será en su casa", "tenes el apoyo de todas las mujeres Ruth" fueron algunos de los comentarios que recibió.
Este caso pone de manifiesto la delicada situación a la que se enfrentan los periodistas cuando deciden intervenir en situaciones de violencia. Si bien la intención de Ruth era ayudar a la mujer agredida, su acción desencadenó una reacción violenta por parte del agresor, quien la amenazó y la culpó por "meterse en la vida ajena".
La periodista, lejos de intimidarse, decidió hacer público el incidente y recibir el apoyo de la comunidad. Este tipo de situaciones evidencian la necesidad de generar conciencia sobre la violencia de género y la importancia de que los testigos se animen a intervenir y denunciar estos hechos.
