En Chile, la llegada del Año Nuevo suele ir acompañada por una práctica cada vez más popular: el lanzamiento de globos de los deseos. Sin embargo, las autoridades han emitido una fuerte advertencia sobre los graves riesgos que representa esta tradición.
Tanto la comercialización como el uso de estos globos están prohibidos en el país, debido al alto peligro que representan de generar incendios forestales y estructurales, especialmente en zonas urbanas vulnerables y bajo las condiciones climáticas actuales.
"Desgraciadamente hay personas que en año nuevo intentan utilizar estos elementos que se llaman globos de los deseos. Estos son una fuente gravísima de riesgo para la población. Pueden generar incendios forestales y estructurales", explicó Gonzalo Durán, delegado presidencial de la Región Metropolitana.
El funcionario advirtió que el peligro no se concentra solo en áreas naturales, sino también en barrios y campamentos, donde las condiciones eléctricas, de hacinamiento y el material de las viviendas constituyen una fuente importante de riesgo. "La utilización de estos elementos puede generar graves incendios, generando una afectación para la vida humana", advirtió.
Los globos de los deseos, también conocidos como farolillos o luces flotantes, son estructuras livianas de papel o material ligero que se elevan por el aire gracias al calor generado por una vela o mecha encendida en su base. Su rumbo es impredecible y pueden caer en cualquier lugar, desatando incendios de rápida propagación.
Ante esta situación, las autoridades han reforzado el llamado a la población a no utilizar ni comercializar estos elementos durante las celebraciones de Año Nuevo. Además, recordaron que la pirotecnia también está prohibida en Chile, y su uso constituye un delito.
En contraste, el espectáculo oficial de fuegos artificiales de la Torre Entel cumple con estándares de seguridad y sostenibilidad, utilizando tecnología de drones para minimizar el impacto en mascotas y el entorno.










