La crisis poselectoral en Honduras se agudiza luego de que el excandidato presidencial Salvador Nasralla denunciara un "sistema corrupto" que habría permitido la manipulación de actas electorales a favor del Partido Nacional y su candidato Nasry Asfura, proclamado ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Nasralla, candidato del Partido Libre, afirmó desde su cuenta en la red social X que existen "miles de actas infladas" y calificó a los responsables dentro del CNE como "ladrones de oficio". Además, cuestionó el rol de las misiones de observación internacional, como la Unión Europea y la Organización de los Estados Americanos (OEA), al señalar que "no vieron nada" de las presuntas irregularidades.
La denuncia de Nasralla se produce en medio de un tenso clima poselectoral, con impugnaciones y desconfianza en el proceso. El consejero del CNE, Marlon Ochoa, también denunció presuntas alteraciones de documentos y advirtió que no avalará una declaratoria que no garantice certeza electoral. Incluso solicitó una prórroga excepcional del plazo legal para la declaratoria final, que vence este martes, citando actas pendientes de revisión.
Por otro lado, las consejeras Ana Paola Hall y Cossette López acusaron intentos deliberados de obstaculizar el escrutinio, alertando que hay sectores que buscan prolongar la incertidumbre. El CNE ya proclamó a Nasry 'Tito' Asfura como presidente electo con el 40,27% de los votos, apenas 0,74 puntos por encima de Nasralla, pero la disputa política y las denuncias del excandidato mantienen encendida la crisis poselectoral.
La situación en Honduras refleja la polarización y la falta de confianza en las instituciones electorales, lo que pone en riesgo la estabilidad democrática del país. Mientras tanto, la población espera que se aclaren las irregularidades denunciadas y se garantice la transparencia y legitimidad del proceso electoral.
