Calor extremo e chuvas irregulares expõem avanço das mudanças climáticas no mundo

El calor extremo y las lluvias irregulares son señales claras del avance del cambio climático a nivel global. Esta combinación se repite con cada vez más fuerza y frecuencia, según advierten los expertos.

Los efectos del calentamiento global ya son evidentes. En 2015, el Acuerdo de París propuso medidas como la reducción de la deforestación y el uso de combustibles fósiles para evitar que la temperatura global subiera más de 1,5 C por encima de los niveles preindustriales. Sin embargo, ese objetivo no se ha logrado. La temperatura ha continuado aumentando año tras año, llegando incluso a superarlo en 2024.

"Ese calor extremo es resultado directo de los cambios climáticos", afirma el investigador Carlos Nobre, referencia en el estudio de los efectos del calentamiento del planeta. Junto con el aumento de la temperatura, también se modifica el régimen de lluvias. Esto ocurre porque cuando los rayos solares calientan la Tierra, el planeta intenta expulsar ese calor hacia el exterior, pero el dióxido de carbono funciona como una barrera que no permite que el calor salga, intensificando el efecto invernadero.

Según el profesor Micael Cecchini, del Instituto de Astrofísica y Geoquímica de la USP, estas condiciones climáticas extremas están intensificando la aparición de fenómenos meteorológicos extremos. Y si la temperatura media del planeta sube más de 1 C para 2050, más de la mitad de la selva amazónica no resistirá, liberando aún más CO2 a la atmósfera en un efecto que los científicos consideran irreversible.

El desmatamiento de la Mata Atlántica ya está contribuyendo al calor extremo en el Sudeste de Brasil. Nobre advierte que estos cambios climáticos afectan no solo la salud y la economía de las ciudades, sino también la producción agrícola. Los científicos enfatizan la urgencia de implementar soluciones de manera rápida y efectiva.