El presidente ruso, Vladímir Putin, ha firmado un decreto para el reclutamiento masivo de reservistas con el objetivo de defender las infraestructuras críticas del país. Este movimiento se produce en medio de la guerra en Ucrania y en un momento en el que Rusia enfrenta crecientes dificultades en el campo de batalla.
El correspondiente documento, publicado en el portal oficial de información legal de Rusia, establece que el reclutamiento será obligatorio para los ciudadanos que hayan servido previamente en las Fuerzas Armadas y que se encuentren en la reserva. Estos serán convocados para realizar "tareas relacionadas con la defensa de las infraestructuras críticas del país".
La medida llega en un momento clave para Rusia, que ha visto cómo sus tropas han sufrido importantes reveses en Ucrania en las últimas semanas. La contraofensiva ucraniana ha logrado recuperar amplias zonas del territorio ocupado por Moscú, lo que ha obligado al Kremlin a tomar decisiones desesperadas para intentar frenar el avance de las fuerzas ucranianas.
Según el decreto firmado por Putin, los reservistas convocados recibirán el mismo estatus y compensaciones que los militares en servicio activo. Además, se establece que aquellos que se nieguen a participar en esta movilización serán sancionados penalmente.
La decisión de Putin de recurrir al reclutamiento forzado de reservistas refleja la creciente presión a la que se enfrenta Rusia en el campo de batalla. Después de meses de ofensiva, las tropas rusas han sufrido importantes bajas y han sido incapaces de lograr avances significativos en Ucrania.
Ante esta situación, el Kremlin parece decidido a agotar todos los recursos disponibles para intentar defender las infraestructuras clave del país, que han sido objeto de ataques por parte de las fuerzas ucranianas en las últimas semanas. Sin embargo, la efectividad de esta medida de reclutamiento forzoso es cuestionable, ya que los reservistas convocados carecen de la experiencia y el entrenamiento de los soldados profesionales.
En cualquier caso, la decisión de Putin refleja la creciente desesperación del liderazgo ruso por mantener el control sobre los territorios ocupados en Ucrania. A medida que la contraofensiva ucraniana continúa avanzando, Moscú parece estar dispuesto a recurrir a medidas cada vez más drásticas para intentar frenar el avance de las fuerzas ucranianas.
