Los tradicionales locales de horneados y el Camal de Guayaquil han registrado largas filas de clientes en los últimos días, impulsados por la alta demanda de cerdo y pavo para la cena de Fin de Año. Tres establecimientos en particular se han ganado el reconocimiento de los consumidores como los abanderados de estos platillos cocinados a leña.
Sabrosón, Sabrosito y Sanduchón son los tres locales más emblemáticos de esta tradición gastronómica guayaquileña. Llevan entre 17 y 47 años en el mercado y se caracterizan por su método de cocción a leña, que le otorga un sabor y aroma inconfundibles a la carne.
Estos establecimientos han visto cómo sus ventas se han disparado en las últimas semanas, con filas que en algunos casos se extienden hasta la calle. Los precios del cerdo y el pavo varían entre 3,40 y 3,85 dólares la libra, dependiendo del local, mientras que el pollo asado se ofrece como una alternativa más económica.
Por su parte, en el Camal de Guayaquil también se han registrado largas filas de vehículos, con los clientes esperando más de media hora para poder comprar una pierna de cerdo. Según los comerciantes, durante diciembre de 2025 han vendido más de 5.000 piezas, un 25% más que en el mismo periodo del año anterior.
Los propietarios de los locales de horneados y los vendedores del Camal coinciden en que el cerdo sigue siendo la proteína preferida para la cena de Fin de Año, con un 80% de los hogares eligiéndolo como plato principal. Estos establecimientos atenderán desde tempranas horas de la mañana hasta el cierre del 31 de diciembre, para poder abastecer la alta demanda de los consumidores.
