El pasado lunes, en el pico Tablato cerca del Balneario de Panticosa, se produjo un trágico accidente que cobró la vida de tres expertos montañeros: Eneko Arrastua, Jorge García-Dihinx y su pareja, Natalia Román.
Eneko Arrastua, un montañero irundarra con amplia experiencia en el esquí de montaña, practicaba este deporte con sumo cuidado y siempre cumpliendo con las medidas de seguridad necesarias, según relata su amigo David Arretxe. "Era una persona con dos dedos de frente. Siempre muy previsor", asegura Arretxe, aún impactado por la tragedia.
Los tres montañeros, junto al resto del grupo que sobrevivió al alud, seguían todos los protocolos de seguridad antes de emprender la ascensión. Revisaban las condiciones meteorológicas, la estabilidad de la nieve y el nivel de riesgo de avalancha en la zona, que en ese momento se encontraba en nivel 2 sobre 5.
"Es muy importante saber leer el monte. Observar si se ven cornisas, sospechas de placas de viento... Y, en caso de ir en grupo, nunca atravesar zonas inestables a la vez", explica Arretxe. Sin embargo, tal y como señala, "la montaña siempre es impredecible" y puede haber capas débiles imposibles de detectar.
Tanto las federaciones como los clubes de montaña suelen ofrecer cursos para enseñar a los aficionados a interpretar las condiciones de la nieve y las señales de peligro. Algo especialmente importante en los últimos años, cuando hubo "un boom por la montaña de gente que no sabe lo suficiente", opina Arretxe.
Además del conocimiento, es fundamental contar con el equipo de seguridad adecuado, compuesto por un ARVA (Aparato de Rescate de Víctimas de Avalancha), una pala y una sonda. Lamentablemente, en esta ocasión, ni siquiera estos elementos pudieron salvar a los tres montañeros fallecidos.
La zona del Pirineo aragonés donde ocurrió el accidente es clave para el esquí de montaña, especialmente en estas fechas, cuando se juntan turistas, montañeros y esquiadores. Según Arretxe, las condiciones actuales son "idóneas para esquiar", con poco viento y sol, pero la impredecibilidad de la montaña siempre supone un riesgo.
