Tras el trágico accidente del tren interoceánico en Oaxaca que dejó 12 personas fallecidas, han surgido cuestionamientos sobre la planificación y seguridad de los grandes proyectos ferroviarios en México. En una entrevista, el ingeniero civil Juan Carlos Miranda, especialista en el sector ferroviario, analiza los principales desafíos técnicos y políticos que enfrenta la seguridad en el transporte ferroviario del país.
El accidente ocurrido el pasado 8 de julio en la localidad de Cieneguilla, Oaxaca, dejó un saldo de 12 personas muertas y más de 30 heridas cuando un tren interoceánico descarriló. Las autoridades señalaron que el incidente se debió a un desprendimiento de rocas en la vía, lo que pone de manifiesto la vulnerabilidad de la infraestructura ferroviaria ante los fenómenos naturales.
Para el ingeniero Miranda, este tipo de accidentes revelan problemas estructurales en la planificación y ejecución de los grandes proyectos ferroviarios en México. "Hay una falta de evaluación integral de los riesgos y de inversión en medidas preventivas que garanticen la seguridad de los usuarios. Muchas veces priman los intereses políticos y económicos por sobre la seguridad", afirma.
Uno de los principales desafíos que enfrenta el sector ferroviario mexicano es la obsolescencia de gran parte de la infraestructura. Muchas de las vías y puentes fueron construidos hace décadas y no cuentan con los estándares de seguridad actuales. "Se requieren cuantiosas inversiones para modernizar y reforzar la red ferroviaria, pero lamentablemente eso no suele ser una prioridad en la agenda política", señala el experto.
Otro factor clave es la falta de regulación y supervisión efectiva por parte de las autoridades. "Hay una débil fiscalización del cumplimiento de las normas de seguridad por parte de las empresas operadoras. Muchas veces se privilegia la rentabilidad económica por sobre la seguridad de los pasajeros", afirma Miranda.
El especialista también señala la necesidad de mejorar la capacitación y el equipamiento del personal ferroviario. "Los maquinistas, inspectores y técnicos deben contar con la formación adecuada y las herramientas necesarias para detectar y prevenir fallas. Lamentablemente, en muchos casos esto no sucede".
Más allá de los aspectos técnicos, el experto subraya la importancia de abordar los desafíos políticos que enfrenta el sector ferroviario. "Hacen falta políticas de Estado que trasciendan los períodos de gobierno y garanticen la seguridad y el desarrollo a largo plazo del transporte ferroviario. Lamentablemente, en México prima la visión de corto plazo y los intereses particulares".
Para Miranda, el accidente de Oaxaca debe servir como un llamado de atención para que las autoridades y las empresas operadoras asuman con mayor responsabilidad los temas de seguridad ferroviaria. "Está en juego la vida de miles de pasajeros que confían en este medio de transporte. Es hora de priorizar la seguridad por sobre cualquier otro interés".












