Ucrania ha negado categóricamente las acusaciones de Rusia sobre un supuesto ataque con drones a una de las residencias del presidente Vladimir Putin. El ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Andrii Sibiga, afirmó que Rusia no ha presentado "pruebas plausibles" que respalden su afirmación y aseguró que "no se produjo ningún ataque de ese tipo".
La tensión entre Rusia y Ucrania se ha intensificado después de que Moscú acusara a Kiev de haber lanzado 91 drones contra una residencia oficial de Putin en la región de Nóvgorod, entre Moscú y San Petersburgo. El Kremlin aseguró que este supuesto ataque provocaría un "endurecimiento" de su postura en las negociaciones sobre el conflicto en Ucrania.
Sin embargo, el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores calificó las acusaciones rusas de "mentira" y consideró que están destinadas a "preparar nuevos ataques contra Kiev" y a "socavar" los esfuerzos diplomáticos entre Ucrania y Estados Unidos. Zelenski y Trump se reunieron el domingo en Florida para buscar una resolución del conflicto.
Por otra parte, las autoridades de la región de Chernígov, en el norte de Ucrania, ordenaron la evacuación de 14 localidades cercanas a la frontera con Bielorrusia debido a los constantes bombardeos rusos. Según el jefe de la administración militar regional, Viacheslav Chaus, "la zona fronteriza es bombardeada cada día".
La falta de pruebas presentadas por Rusia y las contundentes declaraciones de Ucrania ponen en duda la veracidad de las acusaciones rusas sobre el supuesto ataque con drones a la residencia de Putin. Mientras tanto, la situación en la frontera norte de Ucrania sigue siendo extremadamente tensa y peligrosa para la población civil.












