El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, restó importancia a las recientes maniobras militares realizadas por China cerca de Taiwán, afirmando que este tipo de ejercicios han sido una práctica común en la región durante las últimas dos décadas.
Durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Trump señaló que el presidente chino, Xi Jinping, no le había notificado sobre estas actividades y expresó su escepticismo sobre la posibilidad de que este tema se discuta entre ambos líderes, a pesar de calificar su relación como "excelente".
El mandatario estadounidense argumentó que no observa motivos de inquietud ante el despliegue militar chino, ya que, según su percepción, Pekín ha mantenido una presencia constante realizando este tipo de entrenamientos en aguas próximas a Taiwán durante los últimos 20 o 25 años.
"Ahora la gente lo interpreta de forma un poco diferente, pero llevan 20 ó 25 años haciendo esto", dijo Trump, restando importancia a la repercusión internacional de las operaciones.
Esta postura contrasta con la reacción de las autoridades taiwanesas, quienes han condenado las maniobras como "actos de intimidación militar" y "provocaciones irresponsables" por parte de China, solicitando la suspensión inmediata de tales actividades.
Según la cobertura de Europa Press, la insistencia de Trump en que estas operaciones militares ya existían desde hace décadas aporta un matiz diferente a la interpretación predominante entre otros actores internacionales y dentro de la isla asiática, donde se perciben como un desafío directo a la soberanía de Taiwán.
El contexto de la rueda de prensa, realizada en medio de la visita del primer ministro israelí, también pone de manifiesto la interacción entre diferentes focos de tensión en la política internacional reciente, en la que las declaraciones de Trump buscan transmitir una imagen de estabilidad y control en lo referido a Asia-Pacífico.












