Gino Costa, reconocido periodista de televisión, abrió su corazón en una reciente entrevista y reveló pasajes desconocidos de su trayectoria profesional, incluyendo episodios de estrés y tortura psicológica que vivió durante su última etapa en Televisión Nacional de Chile (TVN).
En el podcast "Amiga, ¿Supiste?", conducido por Daniela Chávez y Gonzalo Sepúlveda, Costa se sinceró sobre su salida de TVN y su posterior llegada a Chilevisión, donde se integró al matinal "Contigo en la Mañana".
Según relató el periodista, su partida de TVN, donde estuvo por 12 años, no fue sencilla. Señaló que en sus últimos tiempos en la señal pública, vivió momentos de mucho estrés y una "tortura psicológica constante" que incluso le generó problemas dermatológicos.
"Yo tuve un momento en que no podía ni apoyar la espalda en un respaldo o utilizar ropa clara, porque estaba con una sobrepoblación de granos en la espalda, que no era porque tenía un problema dermatológico. Era porque me estaban haciendo la cama todo el rato, como una tortura psicológica constante y no me digas que la tele es sin llorar y que te tienes que bancar esas cosas, no...", reveló Costa.
El comunicador explicó que en ese período se cuestionó seriamente su continuidad en la televisión, llegando a pensar en dejar todo. "Yo tenía hartas ganas de irme de la tele y hacer otras cosas. Pero saqué una fuerza que viene de mi familia, de no olvidar tus sueños, de no olvidar tus capacidades y bajar un poco, poner la pelota en el piso. Pero me costó un montón", manifestó.
Pese a los duros momentos vividos en TVN, Costa señaló que no le costó aceptar la propuesta de Chilevisión, ya que sentía que en la señal pública no tenía espacio para desarrollarse. "Yo me hubiese quedado. Pero la decisión, es doloroso, pero fue fácil igual. Porque me llegó a mí la propuesta en un momento en que no estaba haciendo mucho", explicó.
Hoy, el periodista se encuentra plenamente integrado en Chilevisión, donde asegura que la cosa "fluyó más" a partir de su segundo año en el canal. Sus declaraciones revelan una cara poco conocida de la vida de un comunicador de televisión, marcada por episodios de estrés y presión que, en ocasiones, pueden llegar a ser verdaderas torturas psicológicas.











