El 2025 será recordado como un año negro para el fútbol ecuatoriano. Escándalos de apuestas ilegales, sanciones históricas y asesinatos de futbolistas sacudieron al deporte rey del país.
La tarde del 25 de septiembre de 2025, la Policía y la Fiscalía irrumpieron en los camerinos de los equipos Gualaceo SC y Chacaritas FC, en un operativo que destapó un esquema de amaño de partidos y apuestas deportivas ilegales. La Dirección de Integridad y Antipiratería de LigaPro detectó movimientos irregulares por más de $140.000 en partidos de la Serie B.
Como resultado, cuatro clubes fueron sancionados con la pérdida de entre 6 y 12 puntos, multas económicas y 20 jugadores suspendidos por dos años. Un duro golpe que buscaba limpiar la imagen del fútbol, pero que no alcanzó a borrar la herida.
La tragedia se ensañó aún más con el balompié ecuatoriano. En septiembre, el jugador Jonathan González, de 22 de Julio, fue asesinado. Días después, en Manta, los futbolistas Maicol Valencia y Leandro Yépez, de Exapromo Costa, también fueron acribillados. A ellos se sumó Miguel Nazareno, de Independiente Jrs, asesinado en Guayaquil, y Mario Pineida, de Barcelona SC, baleado en diciembre.
El 2025 será recordado como el año en que el fútbol ecuatoriano dejó de sangrar solo goles y empezó a sangrar vidas. Una crisis sin precedentes que sacudió los cimientos del deporte más popular del país.












