David Farinango, el nadador ecuatoriano de aguas abiertas, cerró una temporada 2025 que marca un antes y un después en su carrera. Con 25 años y dos medallas colgando del cuello, Farinango se ubicó décimo en el ranking mundial, acumulando un puntaje de 7.418.
La temporada de Farinango estuvo marcada por la constancia y la resistencia. A diferencia de años anteriores, el calendario fue más exigente y selectivo, con solo cuatro competencias válidas a nivel internacional, muchas de ellas fuera de Sudamérica, lo que implicó largos viajes y un esfuerzo logístico importante.
Aun así, el balance fue positivo. Farinango se mantuvo durante todo el año peleando posiciones de privilegio en el circuito mundial. "Lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Hoy puedo decir que lo logré y eso me deja muy contento. Pero no voy a bajar los brazos, quiero seguir subiendo escalones", afirma el nadador.
Uno de los momentos más duros del año llegó en una competencia clave, donde Farinango tuvo que lidiar con una molestia física que puso en riesgo el resultado en los Juegos Bolivarianos 2025. Sin embargo, el esfuerzo valió la pena, obteniendo un primer lugar en los 5 kilómetros y un subtítulo en los 10 kilómetros.
Entre los hitos de la temporada, Farinango destaca su participación en una ultramaratón acuática de nueve horas, una prueba inédita en su carrera. "Nunca lo había hecho y fui el primer ecuatoriano en competir en ese evento. Antes hubo participaciones de otros países, pero no de Ecuador", explica con orgullo.
Lejos de conformarse, Farinango ya tiene la mirada puesta en el 2026. El gran objetivo será el ciclo olímpico, con énfasis en los Juegos Sudamericanos de Santa Fe, Argentina, además de eventos del circuito internacional y la Copa del Mundo.
"Todo suma. Cada torneo es un peldaño hacia los Bolivarianos y lo que venga después. Lo importante es disfrutar el proceso, esta nueva etapa de mi vida con mi entrenador, con la gente que me acompaña y con el apoyo de la Federación", señala el nadador.
En lo inmediato, Farinango viajará a España a mediados de febrero, donde permanecerá entre dos y tres meses entrenando y compitiendo, antes de volver al país para encarar la segunda mitad del año desde Quito, ciudad donde actualmente reside.
