La NBA tomó cartas en el asunto después de la violenta pelea que protagonizaron José Alvarado, de los New Orleans Pelicans, y Mark Williams, de los Phoenix Suns, durante el partido disputado el sábado. La liga estadounidense decidió suspender a ambos jugadores por varios encuentros y aplicarles una sanción económica.
Según informó la propia NBA, "el incidente comenzó cuando Alvarado cometió una falta defensiva sobre Williams, quien a su vez empujó al base boricua por la espalda". Esto desencadenó un fuerte altercado en la cancha, con intercambio de golpes entre los dos jugadores.
En ese contexto, un puñetazo de Alvarado impactó en la cara de Williams, que es 30 centímetros más alto que él. La reacción de la liga no se hizo esperar y decidió sancionar con dos partidos de suspensión al jugador de los Pelicans, mientras que el pívot de los Suns se perderá un encuentro.
Además de la suspensión, Alvarado y Williams sufrirán una sanción económica, ya que perderán parte de su sueldo mientras estén inhabilitados para jugar.
Este incidente se produjo durante el partido que enfrentó a los Pelicans y los Suns, en el que el equipo de Phoenix se impuso por 123-114 como visitante. La violenta pelea tuvo lugar en el tercer cuarto del encuentro.
La NBA ha tomado una posición firme ante este tipo de situaciones, buscando mantener la disciplina y el fair play en la cancha. Las sanciones impuestas a Alvarado y Williams pretenden enviar un mensaje claro a los jugadores sobre la importancia de controlar sus emociones y evitar que los partidos deriven en episodios de violencia.
Este incidente se suma a la larga lista de polémicas y conflictos que han sacudido a la NBA en los últimos tiempos, poniendo en evidencia la necesidad de reforzar los mecanismos de control y sanción para preservar la imagen y el espíritu deportivo de la liga.











