La industria deportiva global está dominada por las ligas estadounidenses, con la NFL y la NBA liderando el camino con franquicias que superan los 10.000 millones de dólares en valor. Sin embargo, el fútbol europeo está demostrando que también puede competir en este terreno.
Un claro ejemplo de ello es el Real Madrid, valorado en 6.800 millones de dólares por Forbes, una cifra que lo sitúa a la altura de gigantes como los Denver Broncos o Los Angeles Dodgers. Este dato refuerza la condición del club blanco como una marca planetaria, capaz de generar ingresos más allá de los resultados deportivos.
Justo detrás del Real Madrid se encuentra el Manchester United, tasado en 6.600 millones de dólares. Los 'red devils' confirman que su historia, afición y presencia internacional siguen siendo activos de gran valor, incluso en épocas de altibajos deportivos.
Estos datos ponen de manifiesto que, si bien las ligas estadounidenses juegan en otra liga en términos de ingresos y modelo de negocio, el fútbol europeo también sabe hablar en dólares cuando se convierte en una marca global. Los clubes del Viejo Continente han logrado posicionarse como activos de gran valor, capaces de competir con los gigantes deportivos de Estados Unidos.
Esta tendencia demuestra que el balón, cuando se convierte en una marca sólida, también puede generar enormes ingresos y valoraciones, incluso fuera de las fronteras de su deporte. El fútbol europeo ha logrado traspasar las barreras geográficas y consolidarse como una industria de alcance mundial, con clubes que se codean con las franquicias más valiosas del deporte profesional.











