Fuente Carreteros, Córdoba (EFE).- Cada 28 de diciembre, la localidad cordobesa de Fuente Carreteros se llena de música y colorido al ritmo de las únicas danzas que se mantienen heredadas de los colonos europeos que habitaron un día Andalucía.
La Danza de los Locos y el Baile del Oso, que datan de 1765, son las que, año tras año, se representan en el único municipio que ha conseguido mantener y conservar este patrimonio etnológico en la región. Ambos bailes, declarados Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía, significan para el director de los danzantes, Abraham Campos, la posibilidad de destacar y dar a conocer esta tradición heredada de la época de Carlos III.
Las tradiciones de la Danza de los Locos y del Baile del Oso, que se habían perdido en 1963 tras una actuación en un certamen de grupos de danzas en el Teatro María Guerrero de Madrid, fueron recuperadas por un grupo de jóvenes de la colonia de Fuente Carreteros en 1982, y solo fueron interrumpidas el año de la pandemia.
La Danza de los Locos se basa en la 'Matanza de Herodes' cuando las madres intentaban proteger a sus hijos, y en este caso los 6 danzantes "representan a la madre y la 'loquilla' que representa al niño que se oculta entre las madres". Los choques y los cruces que protagonizan los danzantes significan así "la fuerza y las ganas de las madres de proteger a esos niños inocentes", explica Campos.
Por su parte, el Baile del Oso tiene como objetivo espantar a los malos espíritus, pedir que haya buenas cosechas y que el mundo rural siga adelante. Esta tradición se sigue bailando en algunas zonas del centro de Europa y tiene los mismos orígenes que el de Fuente Carreteros.
Fuente Carreteros, que en la actualidad tiene 1.065 habitantes, fue una de las poblaciones creadas por los colonos de Carlos III en Andalucía, junto a otros municipios como La Carolina, Aldeaquemada o La Carlota. De esta misma época proceden otros bailes que se han conservado hasta hoy en la localidad cordobesa.
Para que perdure la tradición, en 2021 se reanudó la actividad de la Escuela Municipal de la Danza de los Locos, uno de cuyos alumnos se ha incorporado a esta danza ancestral.
