El Gobierno cubano ha aprobado una nueva regulación salarial que busca estimular el aumento de la productividad y la eficiencia de las empresas estatales y mixtas. La medida, que entrará en vigor de manera gradual, introduce importantes cambios en la forma de fijar los salarios de los trabajadores.
Uno de los principales pilares de la nueva política es el vínculo directo entre los ingresos de los empleados y los resultados de la empresa. Así, una parte significativa del salario (al menos el 30%) estará asociada al cumplimiento de indicadores que midan el aporte individual de cada trabajador.
"Anteriormente el salario era más fijo, menos vinculado a lo que se producía", explica un funcionario del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. "Ahora buscamos que los ingresos de los trabajadores estén más atados a su desempeño y a los resultados de la entidad".
Bajo el nuevo sistema, los salarios se fijarán según los resultados de cada empresa. La planificación y ejecución del fondo de salarios solo estará condicionada a que no se deteriore el aporte por el rendimiento de la inversión estatal o el pago de dividendos a los socios.
Además, se establece que los jefes de las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial, ministros, gobernadores y consejos municipales tendrán la facultad de autorizar excepciones al requisito de cumplimiento de indicadores en casos justificados, como movimientos organizativos o ciclos largos de investigación.
Por otro lado, la nueva regulación contempla una serie de pagos adicionales al salario base, como los asociados a condiciones laborales especiales, años de servicio o la realización de actividades extra. Sin embargo, estos complementos no podrán superar el 50% del salario escala.
En cuanto a las empresas con pérdidas, deberán ajustar el fondo de salarios hasta el límite del salario básico del año anterior de los trabajadores. Igual tratamiento se aplicará a las entidades que reciban una calificación deficiente o mala en auditorías por manipulación de la contabilidad.
"Se trata de un cambio fundamental en la política salarial, con el objetivo de impulsar la eficiencia y la productividad en las empresas estatales", concluye el funcionario. "Es un proceso que se irá implementando de forma gradual, pero que sin duda marcará un antes y un después en la retribución de los trabajadores cubanos".











