La Leopolda, ubicada en la Costa Azul francesa, es una de las propiedades más exclusivas y costosas del planeta. Con un valor estimado en 750 millones de dólares, esta imponente mansión tiene una historia tan fascinante como su propia arquitectura.
Sus orígenes se remontan a principios del siglo XX, cuando el rey Leopoldo II de Bélgica decidió construir este palacio como un regalo para su amante, Caroline Delacroix. El monarca, conocido por su crueldad en el Congo, invirtió una fortuna en esta propiedad, que se convertiría en el escenario de un escándalo real.
Tras la muerte de Leopoldo, la mansión pasó por diversas manos, incluyendo la del arquitecto estadounidense Ogden Codman Jr., quien la remodeló y amplió en la década de 1920. Más tarde, fue propiedad de familias adineradas como los Agnelli y los Safra, quienes la utilizaron como lujosa residencia de verano y escenario de fiestas fastuosas.
La Leopolda ha sido testigo de la historia, sirviendo como set de rodaje para películas clásicas como "Las zapatillas rojas" y "Para atrapar al ladrón" de Alfred Hitchcock. Además, ha albergado a reyes, presidentes, magnates y celebridades que han disfrutado de sus 11 habitaciones, 14 baños, extensos jardines y otras comodidades dignas de una propiedad de tal magnitud.
Hoy en día, La Leopolda sigue siendo una de las residencias más exclusivas y codiciadas del mundo, con un costo de mantenimiento anual que ronda los 3 millones de dólares. Su historia, llena de intrigas, amores prohibidos y fortunas, la convierten en una de las propiedades más fascinantes del planeta.
