Un fuerte terremoto de magnitud 7.0 sacudió la costa oriental de Taiwán el sábado por la noche, causando daños limitados y algunos problemas temporales en el transporte, pero sin reportar víctimas graves, informaron las autoridades.
El sismo, que el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) situó en 6.6 grados, activó las alertas de emergencia en la isla y provocó retrasos en algunos servicios ferroviarios, aunque todos los sistemas quedaron restablecidos este domingo tras las inspecciones de seguridad.
Las autoridades taiwanesas advirtieron que podrían producirse réplicas de magnitud considerable en los próximos días, y no descartaron nuevos terremotos de entre 5.5 y 6.0 grados durante la próxima semana, por lo que pidieron a la población mantener la precaución.
Taiwán se encuentra en una zona de intensa actividad sísmica, ya que se asienta en la confluencia de las placas tectónicas filipina y eurasiática. En los últimos diez años, se han registrado al menos tres terremotos de magnitud 6.6 o superior en un radio de 300 kilómetros del epicentro del sismo del sábado.
El pasado 3 de abril de 2024, un terremoto de 7.4 grados sacudió la zona de Hualien, dejando al menos 19 muertos, más de un millar de heridos y daños estructurales extensos, además de un pequeño tsunami local en la costa este.
A pesar de los daños y las molestias causadas, las autoridades taiwanesas informaron que no se han reportado víctimas graves tras el último sismo. Los servicios públicos y de transporte lograron restablecer la normalidad en cuestión de horas, lo que muestra la capacidad de respuesta de la isla ante este tipo de eventos sísmicos.




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