La comunidad china en Panamá había alertado meses atrás sobre los planes de la Alcaldía de Arraiján de demoler el Mirador del Puente de Las Américas, un monumento que conmemoraba la llegada de los primeros migrantes chinos al país en 1854. A pesar de las advertencias, este sábado se llevó a cabo la demolición de la estructura, que incluía un gazebo, un portal y un obelisco.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, se había referido al tema en julio, pidiendo no vincular la remoción de estos monumentos a las tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos. Mulino consideraba "ridículo" hacer esa conexión y afirmó que el asunto era competencia de la alcaldía local, aunque a título personal no tenía problemas con el monumento porque "daba un aspecto bonito y era un punto de atracción turístico y para fotografías".
La Asociación China en Panamá tenía una concesión de 20 años sobre este lugar, que vencía en 2025. La comunidad esperaba poder mantener la administración del sitio frente a los planes de la alcaldía de renovarlo con un nuevo mirador.
Este no es el primer conflicto en torno al reconocimiento de la presencia china en la construcción del Canal de Panamá. Cuando se erigió el monumento, algunos historiadores advirtieron que si bien la mano de obra china fue importante, la mayoría de los trabajadores fueron de origen africano, por lo que también deberían tener algún reconocimiento en el lugar.
La demolición del Mirador del Puente de Las Américas ha generado polémica y críticas de la comunidad china en Panamá, quienes consideraban este monumento como un símbolo importante de la historia de la migración china en el país. La alcaldía de Arraiján, por su parte, defiende la decisión como parte de un plan de renovación de la zona, pese a las objeciones de los residentes de origen asiático.
