El gobierno del presidente Gabriel Boric enfrenta acusaciones de autoritarismo y maniobras para "atar" el aparato estatal antes de la transición de poder, según un análisis publicado en un medio de prestigio.
El artículo señala que una "característica típica del pensamiento autoritario" es la "ansiedad por petrificar su forma de organización del Estado", citando ejemplos históricos como los regímenes de Hitler, Stalin y Mao. En contraste, la democracia se basa en "un conjunto básico de derechos y de preceptos" que permiten el cambio de gobernantes mediante elecciones libres.
Sin embargo, la "mentalidad autoritaria" no tolera la idea de que el Estado pueda ser administrado por sus adversarios políticos. De ahí el "intento del gobierno de dejar 'amarrados' a una cantidad importante de funcionarios públicos" a través de una "norma subrepticia y de última hora" en la ley de reajuste del sector público.
Asimismo, se menciona la intención de designar a Patricia Muñoz, asesora en el Ministerio de Justicia, como primera directora del Servicio Nacional de Acceso a la Justicia y Defensoría de Víctimas, pese a que tendrá licencia maternal.
El artículo concluye que esta "compulsión autoritaria al amarre" es el "mejor anticipo del tipo de oposición que se puede esperar" del gobierno de Boric a partir del 11 de marzo. Esto plantea un dilema para el Partido Socialista y otros partidos de centroizquierda, que deberán decidir si recuperan el camino de la socialdemocracia europea o se mantienen "diluidos en la izquierda latinoamericana".











