El gobierno del presidente Gabriel Boric enfrenta una dura realidad luego de que las "superioridades morales autoproclamadas" de su equipo fueran incapaces de gobernar efectivamente, según un análisis publicado en El Mostrador.
El artículo describe cómo figuras como Izkia Siches, Irina Karamanos, Giorgio Jackson y el propio Boric, jóvenes y elocuentes, llegaron al poder con un discurso moralista que dividía al mundo entre "la verdad" y "el mundo de Caín". Sin embargo, su incapacidad para persuadir, pactar y gobernar de forma inclusiva terminó hundiendo sus ambiciosos planes de reforma.
El texto señala que, en lugar de lograr grandes cambios, el gobierno de Boric se vio envuelto en escándalos, como el robo de computadores en la oficina de Jackson, y fracasos, como la derrota en el plebiscito de la Convención Constitucional. Lejos de asumir responsabilidad, la izquierda culpó a la "desinformación de la derecha" y al "pueblo que no estuvo a la altura".
Mientras tanto, el país se estancó en áreas clave como investigación, desarrollo, educación y economía. La realidad, "ingobernable por superioridades morales autoproclamadas", terminó venciendo a un gobierno que, en lugar de hacer reformas inclusivas, se encerró en su propia retórica de pureza.
El artículo concluye que el Frente Amplio quedó convertido en un "episodio" de la historia política, demostrando que el requisito para las grandes reformas era hacerlas de forma inclusiva, algo que este gobierno no supo cumplir.












