La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó una profunda reforma a la Constitución Política que transforma el Estado, elimina el balance de poderes y otorga un poder total al presidente Daniel Ortega y a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
La enmienda constitucional, criticada por organismos internacionales, amplía de cinco a seis años el período presidencial, establece la figura de "copresidenta" que coordinará los demás "órganos" del Estado, los cuales dejan de llamarse poderes. Además, legaliza la apatridia y crea las "fuerzas militares de reserva patriótica" y la "policía voluntaria", que serían fuerzas parapoliciales y paramilitares según la oposición.
La reforma define a Nicaragua como un Estado "revolucionario" donde el poder lo ejerce el pueblo de forma directa a través de la Presidencia, que será ocupada por un copresidente y una copresidenta. Estos podrán nombrar vicepresidentes sin ser elegidos por voto popular.
Asimismo, la enmienda incluye como símbolo patrio la bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partido en el Gobierno desde 2007. Además, el Estado vigilará que los medios de comunicación no divulguen "noticias falsas" que atenten contra los derechos de los nicarag enses.
Durante el período legislativo de 2025, la Asamblea Nacional también aprobó 35 leyes y 29 decretos, entre ellos tres que autorizaron el ingreso a Nicaragua de tropas, naves y aviones militares de Rusia, Cuba, Venezuela y Estados Unidos.
La reforma constitucional ha sido duramente criticada por la ONU, la OEA, Estados Unidos, el Parlamento Europeo y la oposición nicarag ense, quienes denuncian que consolida el poder autoritario de Ortega y Murillo en el país.
