El Gobierno de Colombia está avanzando en la discusión sobre el aumento del salario mínimo que entrará en vigencia en 2026, y ha puesto sobre la mesa un nuevo concepto: el salario mínimo vital. Esta noción, desarrollada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), busca que el ingreso mínimo legal no solo cubra un piso normativo, sino que responda a las necesidades reales de los hogares colombianos.
El presidente Gustavo Petro ha señalado que el ajuste salarial deberá garantizar condiciones dignas de vida y preservar el poder adquisitivo de los trabajadores, en línea con los principios constitucionales. Según la OIT, el salario mínimo vital debe cubrir gastos esenciales como alimentación, vivienda, salud, educación y transporte, para permitir a los trabajadores y sus familias acceder a un nivel de vida adecuado.
A diferencia del salario mínimo tradicional, el enfoque de salario vital evalúa si el ingreso alcanza para cubrir estos gastos fundamentales, y no se limita a establecer un monto legal. Esto implica que el valor del salario mínimo vital debe revisarse y actualizarse periódicamente, de acuerdo con el contexto económico del país.
El Gobierno anunció que la decisión sobre el salario mínimo en 2026 se basará en los acuerdos internacionales de la OIT, la Constitución y la legislación vigente. Esto podría marcar un giro en la forma como se define el salario mínimo en Colombia, al incorporar el concepto de salario vital.
Cabe destacar que entre 2019 y 2022, el salario mínimo real en Colombia tuvo una caída del 1,4%, mientras que entre 2023 y 2025 se registró un incremento acumulado del 17,7%. En 2025, el salario mínimo alcanzó los 1.423.500 pesos.
La implementación del salario mínimo vital en Colombia sería un paso importante para garantizar que los trabajadores y sus familias puedan acceder a un nivel de vida digno, en línea con los principios constitucionales y los estándares internacionales de la OIT.











