Las recientes declaraciones del señor Román Jacobo, vocero del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) de Costa Rica, han generado una fuerte polémica en torno a sus ideas sobre la "verdadera" democracia y los requisitos que, en su criterio, deberían tener los ciudadanos para ejercer el derecho al voto.
En un video que circuló en redes sociales, Jacobo expuso sus opiniones, las cuales han sido fuertemente cuestionadas por expertos y analistas políticos. El funcionario electoral aventuró que solo aquellos "bien informados" y "leídos" deberían tener el "privilegio" de votar, dejando entrever que gran parte de la población no estaría a la altura de ejercer este derecho.
Estas declaraciones han sido interpretadas como una versión "aséptica" y "oporofóbica" (miedo a los pobres) del llamado "voto censitario", un sistema que en el pasado restringía el sufragio a las élites con cierto nivel educativo o de renta. Según el autor del artículo, Iván Villalobos Alpízar, catedrático de la Universidad de Costa Rica, los argumentos de Jacobo reflejan un "profundo elitismo" y una "pasmosa incomprensión" sobre la naturaleza multidimensional de la construcción de los sujetos políticos.
Villalobos Alpízar señala que Jacobo hace eco de una "vetusta preocupación" sobre las "virtudes cívicas" en la democracia moderna, una inquietud que ha sido abordada por diversos teóricos a lo largo de la historia. Sin embargo, el autor considera que el diagnóstico del funcionario electoral es errado, y lo insta a salir de la "cámara de ecos" en la que solo escucha los aplausos de quienes comparten su sesgo ideológico.
El articulista advierte que el TSE no debe asumir el rol de "bajar línea ideológica", sino más bien velar por la "pureza del sufragio". Asimismo, critica que Jacobo se haya referido a figuras como Trump y Bukele como "enemigos de la democracia", lo cual, en su opinión, "expone al Tribunal y rebaja la legitimidad institucional por la que dice estar preocupado".
En conclusión, las declaraciones de Román Jacobo han generado un intenso debate sobre los alcances y límites de la democracia, así como sobre el papel que deben desempeñar las instituciones electorales en la preservación de los derechos políticos de los ciudadanos.












