En un golpe significativo contra los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23) en la República Democrática del Congo (RDC), el Ejército congolés ha interceptado un cargamento de equipo militar y armas que presuntamente provenían de Ruanda.
La operación tuvo lugar en el lago Tanganyika, en el puerto de Kalundu, en la ciudad de Uvira, provincia de Kivu Sur, según informó la Radio Okapi. El teniente Reagan Kalonji, portavoz de la Operación 2 Sur en Kivu Sur, detalló que las embarcaciones transportaban armamento y otros suministros que habrían sido enviados desde Ruanda para apoyar a los rebeldes del M23.
En los últimos cuatro días, el Ejército logró capturar al menos 13 rebeldes y 11 armas de diversos calibres en los alrededores de Uvira. Esto ha obligado a los insurgentes a trasladar su cuartel general, primero a Utema, cerca de la antigua base de la Misión de Estabilización de la ONU, y luego a Kiliba, a más de 10 kilómetros del centro de Uvira.
El teniente Kalonji reiteró la determinación del Ejército de expulsar a los rebeldes del territorio congoleño e instó a la población a mantener la calma, la vigilancia y a seguir confiando en quienes defienden los intereses del país, la integridad territorial y los bienes de los ciudadanos.
Esta interceptación de suministros militares es un golpe importante para el M23, que ha sido acusado de recibir apoyo de Ruanda en su lucha por el control de territorios en la región oriental de la RDC. El gobierno congolés ha denunciado en repetidas ocasiones la supuesta injerencia de Ruanda en el conflicto interno, algo que Kigali ha negado.
La situación en Kivu Sur sigue siendo tensa, con enfrentamientos esporádicos entre el Ejército y los rebeldes. La población civil ha sufrido las consecuencias de esta prolongada crisis, con desplazamientos masivos y violaciones de los derechos humanos. Las autoridades congolesas han hecho un llamado a la comunidad internacional para que intensifique sus esfuerzos en favor de la paz y la estabilidad en la región.











