Después de siete años al frente de la Compañía Nacional de Danza (CND) de México, la bailarina Elisa Carrillo (Texcoco de Mora, 1981) dará un salto hacia la dirección de la prestigiosa John Cranko School en Stuttgart, Alemania.
Carrillo, ganadora del Premio Benois de la Danse y el Alma de la Danza de Rusia, afirma que la John Cranko School es "una de las más importantes del mundo, una de las más importantes de Alemania y una de las tres mejores de Europa". La escuela, que cumple 54 años de existencia, lleva el nombre del gran coreógrafo que le dio renombre mundial al ballet de Stuttgart, John Cranko, quien fuera su director y coreógrafo más importante.
Durante su paso por la CND, Carrillo logró posicionar a la compañía en el mapa mundial de la danza. "Es una compañía que ahora tiene otro reconocimiento internacional", afirma. Bajo su codirección artística, la CND recibió a coreógrafos que nunca antes habían estado en México y estrenó títulos tanto del repertorio clásico como contemporáneo.
"Teníamos que tratar de integrar a gente de otras partes del mundo porque, aunque México es un país con mucho talento y hay un gran público que aprecia la danza clásica, no somos un país que históricamente sea reconocido por el ballet clásico", explica Carrillo sobre uno de los grandes retos que enfrentó.
Otro de los desafíos fue lidiar con la pandemia, que obligó a posponer algunos proyectos, y con los recortes presupuestales, una constante que, según la bailarina, aqueja a la cultura y las artes en todo el mundo. "Creo que nunca es suficiente lo que uno necesita o lo que uno desea para la cultura y las artes", lamenta.
A su sucesor, Erick Rodríguez, quien asume la dirección de la CND, Carrillo le aconseja "luchar por un buen presupuesto" y tener "una agenda a tiempo" para poder planear con al menos dos años de anticipación. Asimismo, destaca la importancia de "variar el repertorio" para hacer crecer tanto a la compañía como al público.
Carrillo, quien afirma amar a México y querer seguir apoyando a la danza en su país, considera que hace falta más apoyo, tanto del sector público como de la iniciativa privada, para impulsar el talento que existe en el país, no solo en la danza clásica, sino también en la contemporánea.
"Hay mucho talento en el país. No solo en la danza clásica, en la danza contemporánea tenemos muchos bailarines que no tienen oportunidades de trabajo. Hacen falta espacios para trabajar y agrupaciones que tengan las condiciones necesarias para poder vivir de la danza", lamenta.
A pesar de los retos, Carrillo se siente satisfecha con los logros alcanzados durante su paso por la CND. "Sí se han logrado cosas, ha habido frutos, aunque yo quisiera que hubieran sido mucho más grandes", concluye.
