El Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles ha restringido el acceso recreativo a diversos sectores del litoral californiano tras un incidente de contaminación masiva. La medida responde a un vertido accidental de aproximadamente 100,000 galones de aguas residuales, sumado al impacto de las recientes precipitaciones que han desplazado contaminantes desde el interior hacia la costa, comprometiendo la seguridad de los bañistas.
La alerta sanitaria más crítica se concentra en San Pedro, específicamente en un radio de tres cuartos de milla río arriba y río abajo de la playa Cabrillo. Los funcionarios han ordenado el cierre total de este sector debido al contacto directo con desechos biológicos, advirtiendo que la exposición al agua o la humedad en esta zona representa un riesgo elevado de enfermedades.
Los análisis microbiológicos realizados por agencias locales indican que el flujo proveniente de desag es pluviales, arroyos y ríos ha elevado la concentración bacteriana a niveles peligrosos, especialmente para poblaciones vulnerables como niños y ancianos. Ante el escenario actual, se recomienda a los usuarios evitar el contacto con el océano durante un periodo mínimo de 72 horas después de lluvias intensas, ya que este es el tiempo estimado para que los niveles de bacterias comiencen a normalizarse.
Para identificar las zonas afectadas, el público puede consultar los carteles físicos instalados en las playas o utilizar las herramientas digitales de monitoreo predictivo como NowCast. En caso de detectar nuevos derrames, los residentes pueden reportarlos a la línea de Salud Ambiental o, si se trata de trabajadores afectados que requieren gestionar beneficios de salud, verificar sus opciones de cobertura a través de su cuenta de FSA para tratamientos médicos derivados de infecciones por aguas contaminadas.
La medida se mantendrá vigente al menos hasta las 8:00 a. m. del lunes 29 de diciembre de 2026, según lo informado por el Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles. Mientras tanto, las autoridades continúan monitoreando la situación y evaluando los próximos pasos para garantizar la seguridad de los residentes y visitantes de la zona costera.










