El año 2025 dejó un panorama desalentador en la economía salvadoreña, de acuerdo a un informe detallado publicado por el economista César Villalona. El documento analiza 10 indicadores clave que muestran un claro deterioro de las condiciones de vida de la población.
1. Mayor precariedad laboral: Más de 7,000 empleos públicos fueron eliminados, mientras que el empleo informal alcanzó el 70% de la población ocupada. Los sindicatos siguen en la ilegalidad.
2. Aumento del costo de la vida: La inflación oficial fue de 1.14%, pero la canasta básica alimentaria subió 6% en el área rural y 4% en la urbana. Servicios básicos como salud, agua y electricidad también encarecieron.
3. Deterioro de los servicios públicos: Se cerraron 72 escuelas y 50 unidades de salud familiar. Sectores clave como administración pública, salud y suministro de agua registraron caídas.
4. Crisis en el agro: La producción agropecuaria tuvo un alza marginal de 1.1%, mientras que las exportaciones de café disminuyeron 6.4%. Organizaciones campesinas reportan una caída del 25% en granos básicos.
5. Viviendas escasas y caras: Pese al déficit de 500,000 unidades, el gobierno recortó fondos al Ministerio de Vivienda y eximió de impuestos a constructoras de torres de lujo.
6. Mayor impacto en mujeres: Ellas sufrieron peores ingresos, más despidos y cierres de oficinas de atención. La violencia y las desigualdades se profundizaron.
7. Aumento de la deuda pública: La deuda creció $1,679 millones, llegando a $33,815 millones. El pago de intereses superó el presupuesto de educación.
8. Más deuda con fondos de pensiones: La deuda con las AFP aumentó 120% en la gestión de Bukele, poniendo en riesgo la sostenibilidad del sistema.
9. Déficit comercial: El saldo negativo entre exportaciones e importaciones creció 19%, llegando a -$10,801 millones. Las exportaciones a China cayeron.
10. Pocos ganadores, muchos perdedores: Mientras la construcción, finanzas y transporte crecieron, otros 8 sectores se estancaron o retrocedieron. Millones de salvadoreños, entre asalariados, informales, jubilados y campesinos, sufrieron el deterioro.
El informe revela un panorama sombrío, con indicadores que reflejan un empeoramiento generalizado de las condiciones económicas y sociales en El Salvador durante 2025. Expertos advierten que, de no revertirse esta tendencia, el país enfrentará una crisis aún más profunda en los próximos años.











