Un ataque terrorista perpetrado el martes en un lugar de culto en Nigeria ha dejado un saldo trágico de decenas de muertos, según informaron las autoridades.
El coordinador residente de la ONU en Nigeria, Mohamed Fall, manifestó su profunda consternación por la pérdida de vidas y señaló que se trató de un "ataque bárbaro contra civiles inocentes". En nombre de la ONU, expresó sus más sinceras condolencias a las familias de los fallecidos, así como al gobierno y a los ciudadanos del Estado de Borno.
Fall resaltó la importancia de aumentar la vigilancia y reforzar las medidas de seguridad, especialmente durante el periodo festivo. Además, lamentó ataques previos que causaron la muerte de decenas de personas en la región.
"Reitero mi llamado a todas las partes en conflicto a proteger a los civiles, incluidos los reunidos en lugares de culto, así como sus propiedades, y a defender el derecho internacional humanitario y los derechos humanos", afirmó el coordinador de la ONU.
Este último ataque se suma a una larga lista de actos de violencia perpetrados por grupos extremistas en el noreste de Nigeria, una de las regiones más afectadas por la insurgencia de Boko Haram y otras organizaciones terroristas. A pesar de los esfuerzos de las fuerzas de seguridad, los ataques contra la población civil continúan siendo una amenaza constante.
Las autoridades han prometido intensificar los operativos de seguridad y reforzar la protección de los lugares de culto y otros espacios públicos, con el objetivo de prevenir nuevos ataques y brindar mayor seguridad a los ciudadanos. Sin embargo, expertos advierten que se necesitan soluciones más integrales y a largo plazo para abordar las raíces del conflicto y poner fin a la violencia en la región.
La comunidad internacional ha condenado enérgicamente este último ataque y ha reiterado su apoyo al gobierno nigeriano en su lucha contra el terrorismo. Organismos como la ONU y organizaciones humanitarias han llamado a todas las partes involucradas a respetar el derecho internacional y a priorizar la protección de los civiles.
Este nuevo episodio de violencia en Nigeria subraya la urgente necesidad de redoblar los esfuerzos para garantizar la seguridad y la paz en la región, y pone de manifiesto los desafíos que enfrentan las autoridades para hacer frente a la amenaza del extremismo violento.











