En un acto de indignación generalizada, una multitud en Ghana prendió fuego a una de las arcas construidas por el autoproclamado profeta Ebo Noah, quien había vaticinado un gran diluvio el 25 de diciembre de 2025.
La tensión se desató después de que la predicción de Noah no se cumpliera y miles de personas, que habían vendido sus pertenencias para seguirlo, se sintieran engañadas. Las imágenes divulgadas en redes sociales muestran cómo la multitud incendió por completo la embarcación de madera, antes de ponerla a flote en el mar.
Sin embargo, posteriormente se supo que los manifestantes se habían equivocado de arca y que la que quemaron no tenía relación con el supuesto profeta. Esto no impidió que la furia de los seguidores defraudados se desatara contra uno de los símbolos de la fallida predicción.
Desde que no se cumplió el anunciado diluvio, Noah se ha dedicado a dar conferencias y participar en diferentes eventos, incluso organizando una megafiesta que durará hasta Año Nuevo, a la que invitó a todos sus seguidores en uno de los edificios más modernos del país.
En un programa de televisión reciente, el autoproclamado profeta explicó por qué no ocurrió el diluvio y aseguró que "Dios retrasó su juicio porque los inocentes clamaron". Además, instó a los fieles a prepararse y anunció que se construirían más arcas para que ningún inocente quedara abandonado.
La reacción violenta de los manifestantes pone de manifiesto la profunda decepción y el enojo de quienes creyeron en las predicciones de Noah y sacrificaron todo por seguirlo. Este incidente evidencia los peligros que pueden generar los líderes religiosos que se proclaman profetas y hacen falsas promesas apocalípticas.











