En un hecho que ha conmocionado a la comunidad de Capinzal, en el Medio Oeste de Santa Catarina, Brasil, una familia se enfrentó a una angustiosa situación durante el sepelio de un ser querido. Momentos antes de la inhumación, en el cementerio municipal, los familiares descubrieron que el cuerpo enviado para la ceremonia no correspondía al de su pariente fallecido.
El error fue detectado cuando el hermano de la víctima abrió el ataúd, que se encontraba sellado. La situación movilizó de inmediato a la Policía Militar, la Policía Civil y la Policía Científica, quienes iniciaron una investigación para esclarecer los hechos.
Según el relato de la familia a la Policía Militar, el descubrimiento ocurrió alrededor de las 2:20 p.m. del pasado martes. El hermano de la víctima, un hombre de 39 años, afirmó que a la familia se le habría impedido realizar el reconocimiento del cuerpo en el Instituto Médico Legal (IML) de Caxias do Sul, Rio Grande do Sul, de donde se había originado el traslado.
Ante la incertidumbre y ya en el cementerio de Capinzal, el hermano decidió abrir el ataúd sellado antes de que se consumara el entierro. Al retirar las protecciones que envolvían el cuerpo, confirmaron que se trataba de un desconocido.
El agente funerario responsable del transporte informó a las autoridades que el cuerpo provenía de Caxias do Sul. Según él, un velorio preliminar ya se había realizado en la ciudad gaúcha, con la presencia de la esposa y los hijos de la víctima. Después de dos horas, el ataúd fue sellado y se inició el viaje hacia Santa Catarina.
Tras la confirmación del intercambio, se activaron los procedimientos legales correspondientes. El cuerpo enviado erróneamente fue devuelto a Caxias do Sul.
Las autoridades policiales deberán investigar en qué etapa del proceso, ya sea en la liberación por parte del IML o durante los servicios funerarios, ocurrió el intercambio de los cuerpos.
Este lamentable incidente ha generado una profunda conmoción en la comunidad de Capinzal y ha puesto en evidencia la necesidad de reforzar los protocolos y controles en los servicios funerarios, con el fin de evitar situaciones tan dolorosas y traumáticas para las familias.
