La doctora Marggie Xiomara Orozco, de 65 años, fue excarcelada la madrugada del 25 de diciembre en Venezuela, luego de permanecer detenida por más de dos años bajo cargos de "traición a la patria, incitación al odio y conspiración".
Orozco había sido condenada a 30 años de prisión por difundir un audio de WhatsApp en el que cuestionaba la gestión del presidente Nicolás Maduro, denunciando la escasez de alimentos y medicinas en el país. La doctora fue detenida en agosto de 2024, en medio de la crisis generada tras las elecciones presidenciales de ese año.
La excarcelación de Orozco se produce en el marco de la liberación de otras tres mujeres, según confirmó el Comité por la Libertad de los Luchadores Sociales. La organización Justicia, Encuentro y Perdón (JEP) celebró la medida, pero exigió la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos en Venezuela, quienes suman más de 1.000 según la ONG.
Para JEP, la liberación "selectiva y discrecional" de algunos detenidos pone de manifiesto la "ausencia de garantías judiciales efectivas" y el "carácter arbitrario de estas detenciones" en el país, en contravención de los estándares internacionales de derechos humanos. La organización hizo un llamado urgente a liberar especialmente a mujeres, adultos mayores y personas con enfermedades graves, cuya permanencia en prisión representa un "riesgo elevado" para su vida e integridad.
El caso de Marggie Orozco evidencia la dura realidad que viven los venezolanos bajo el gobierno de Maduro, quienes enfrentan una profunda crisis económica y social que se ha agravado en los últimos años. La excarcelación de la médica, si bien es un alivio para ella y su familia, no resuelve la situación de miles de presos políticos que permanecen detenidos de manera arbitraria en Venezuela.











