El 26 de diciembre se conmemora el Día Nacional del Bastón Verde, una fecha que busca concientizar sobre la importancia de este elemento como instrumento de orientación y movilidad para las personas con baja visión. La Ley N 25.682, sancionada en 2002, reconoce al bastón verde como símbolo de esta condición y convoca a la sociedad a acompañar y facilitar la inclusión de quienes lo utilizan.
La baja visión es una discapacidad visual que no puede corregirse con lentes comunes ni cirugía, pero que sí conserva un resto visual susceptible de ser potenciado mediante tratamientos de rehabilitación. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, alrededor del 11% de la población mundial presenta algún grado de disminución visual severa. Entre las afecciones más frecuentes se encuentran el glaucoma, la retinopatía diabética y la maculopatía asociada a la edad avanzada.
El uso del bastón verde permite identificar a quienes no son ciegos totales, pero sí presentan una discapacidad visual que impacta en su movilidad cotidiana. En este sentido, es fundamental que la sociedad conozca el significado de este elemento y comprenda que quienes lo utilizan requieren acompañamiento, respeto y oportunidades de rehabilitación.
La legislación argentina se inscribe en un marco regional, ya que existen normativas similares en Uruguay y Brasil, orientadas a promover la inclusión y la autonomía de las personas con baja visión. Niños y adolescentes que acceden a la rehabilitación visual temprana pueden lograr un impacto significativo en su calidad de vida, por lo que trabajar de manera oportuna resulta fundamental para favorecer su desarrollo, integración social y autonomía.
En este Día Nacional del Bastón Verde, es importante que la comunidad tome conciencia sobre esta condición y acompañe a quienes la padecen, brindando el respeto y la asistencia necesaria para facilitar su inclusión y autonomía. Juntos, podemos construir una sociedad más accesible e inclusiva para todas las personas.
