Después de casi un mes de recuento de votos, Honduras ya tiene presidente electo. Se trata de Nasry Asfura, el candidato conservador que contó con el apoyo del expresidente estadounidense Donald Trump.
La declaración del ganador no estuvo exenta de polémica. Los tres integrantes del Consejo Nacional Electoral, que representan a las tres formaciones políticas que participaron en la contienda, no lograron un acuerdo unánime para nombrar al triunfador de los comicios.
El prolongado escrutinio se debió a que se estaba esperando el recuento voto a voto de 2.972 actas electorales que, según los partidos políticos, presentaban inconsistencias. Fue este resultado el que finalmente definió al nuevo presidente de Honduras.
Nasry Asfura, del Partido Nacional de Honduras, se impuso en unos comicios que estuvieron marcados por la incertidumbre y la falta de consenso entre las fuerzas políticas. Su victoria llega en un momento crítico para el país centroamericano, que enfrenta graves problemas de corrupción, violencia y migración.
El nuevo mandatario tendrá el desafío de restablecer la confianza de la población en las instituciones y de abordar los acuciantes problemas que aquejan a Honduras. Su cercanía con el expresidente Trump también generará expectativas sobre cómo se desarrollará la relación entre Honduras y Estados Unidos durante su gobierno.
La elección de Nasry Asfura como presidente de Honduras cierra un proceso electoral marcado por la polarización y la falta de transparencia. Ahora, el país centroamericano deberá encarar un nuevo capítulo bajo el liderazgo del candidato conservador, quien tendrá la oportunidad de demostrar si puede cumplir con las expectativas de cambio que han depositado en él un sector importante de la población hondureña.









