Algunas empresas en el país, con y sin fines de lucro, utilizan el tema de la sostenibilidad para su promoción comercial, pero no exhiben ni presentan reportes Ambiental, Social y de Gobernanza (ESG) que respalden sus afirmaciones.
Según un artículo de un experto, esto se debe a que la creación de una unidad de sostenibilidad y la implementación del marco ESG implican un reto financiero significativo en el actual entorno económico adverso. Las empresas optan por no asumir esos gastos, pero sí aprovechan activamente su "compromiso" con la sostenibilidad para fines publicitarios.
El autor plantea dos conjeturas:
1) En lugar de crear una unidad de sostenibilidad, algunas empresas materializan el marco ESG a través de "comités" internos, lo cual les permite evitar gastos adicionales, pero produce reportes ESG poco frecuentes y con limitaciones.
2) Otras empresas crean fundaciones con el mismo nombre, que les sirven para la promoción comercial apalancada en la sostenibilidad, sin que las fundaciones publiquen reportes ESG.
El experto señala que, si bien esto no constituye delito, sí plantea un problema de ética empresarial, ya que las empresas obtienen beneficios de la prédica sin implementarla realmente. Esto, a su vez, resulta muy útil para el análisis financiero de dichas compañías, pues cabe preguntarse cómo serán sus estados financieros si no son íntegras en la materialización de su discurso público sobre sostenibilidad.












