Los tres municipios más poblados de Panamá -San Miguelito, Panamá y Colón- han definido sus presupuestos para el año 2026, revelando importantes desafíos estructurales y decisiones clave que deberán afrontar en el próximo año.
Los planes presupuestarios reflejan presiones derivadas del aumento de los costos operativos, la creciente demanda de servicios básicos y la necesidad de equilibrar inversión, funcionamiento y control del gasto en contextos fiscales cada vez más limitados.
En el caso de San Miguelito, el municipio más densamente poblado y vulnerable del país, el presupuesto aprobado asciende a 45.5 millones de dólares, el más alto de su historia. La alcaldesa Irma Hernández destacó que el incremento de recursos permitirá fortalecer la gestión municipal sin aumentar la planilla, e incluye 7 millones provenientes del cobro directo de la tasa de aseo.
Sin embargo, San Miguelito enfrenta desafíos urgentes en infraestructura, recolección de desechos, mantenimiento urbano y programas sociales, debiendo estirar al máximo un presupuesto que debe atender a una población de 280,777 habitantes.
Por su parte, el municipio de Colón aprobó un presupuesto de 31 millones de dólares, sustentado en tres ejes: funcionamiento administrativo, inversión local y fondos establecidos por ley. El alcalde Diógenes Galván señaló que el municipio enfrenta limitaciones financieras y rezagos históricos en infraestructura y servicios básicos, a pesar de tener una población de 240,722 habitantes.
En el caso de la ciudad capital, Panamá, el presupuesto aprobado asciende a 242.3 millones de dólares, reflejando la magnitud administrativa y financiera de la urbe, donde reside cerca de un millón de habitantes. Del total, 169.9 millones se destinarán a la sede municipal y 72.4 millones al componente de descentralización.
El alcalde Mayer Mizrachi ha indicado que el presupuesto incorpora proyectos orientados a infraestructura urbana, servicios públicos y control del espacio municipal, entre los que figuran parques infantiles inclusivos, reparación de calles y veredas, y ampliación del sistema de vigilancia.
Estos presupuestos municipales evidencian los desafíos fiscales y operativos que enfrentan los principales centros urbanos de Panamá, debiendo equilibrar demandas crecientes de servicios y obras con recursos limitados, en un contexto de aumento de costos y presiones sociales.










