Trump ordena destitución masiva de embajadores de carrera en EE.UU.

El presidente republicano Donald Trump ha ordenado la destitución de una gran cantidad de embajadores de carrera del Servicio Exterior de Estados Unidos, lo que representa un movimiento sin precedentes para transformar el aparato diplomático estadounidense en un brazo más abiertamente político del gobierno.

Según informó el diario The New York Times, los diplomáticos que serán cesados de sus cargos son funcionarios de carrera que suelen servir bajo presidentes de ambos partidos políticos. Casi siempre, los periodos de los embajadores concluyen sin la intervención de un nuevo ocupante del Despacho Oval, lo cual diferencia a los que son nombrados por motivos políticos, quienes en la mayoría de los casos renuncian a sus responsabilidades con el cambio de gobierno.

Sin embargo, en esta ocasión, Trump ha decidido intervenir de manera drástica, ordenando la destitución masiva de estos diplomáticos de carrera, lo cual, según expertos, socava la eficacia diplomática y la credibilidad de Estados Unidos en el extranjero.

Nikki Gamer, portavoz de la Asociación del Servicio Exterior Estadounidense, el sindicato que representa a los diplomáticos de carrera, afirmó al Times que "una destitución masiva de este tipo nunca ha ocurrido desde la fundación del Servicio Exterior tal como lo conocemos".

"Los afectados informan haber sido notificados abruptamente, generalmente por teléfono, sin que se les proporcionara ninguna explicación", subrayó Gamer. El sindicato enfatizó en un comunicado que "estas destituciones abruptas, opacas e inexplicables socavan la eficacia diplomática y la credibilidad de Estados Unidos en el extranjero".

Según el reporte del influyente rotativo, esta destitución masiva por parte de Trump representa otro ejemplo de cómo está desmantelando el valioso conocimiento institucional asociado con lo que él y sus seguidores llaman despectivamente "el Estado profundo" en Washington.

El efecto, añadió el Times, es la pérdida de expertos civiles cualificados e imparciales cuya experiencia es increíblemente valiosa para lograr los objetivos de la política exterior estadounidense. "La falta de transparencia y de un proceso adecuado rompe drásticamente con las normas establecidas desde hace mucho tiempo", agregó.

Esta medida se enmarca en la estrategia de Trump de transformar el aparato diplomático estadounidense en un instrumento más abiertamente político, alejándose de la tradición de servicio público y neutralidad política que ha caracterizado históricamente al Servicio Exterior de Estados Unidos. Los expertos advierten que esta decisión tendrá graves consecuencias para la credibilidad y eficacia de la diplomacia estadounidense a nivel global.