El mensaje de Jesús, pronunciado hace más de dos mil años, sigue resonando en el mundo contemporáneo. Su enseñanza central, el amor, ha trascendido fronteras ideológicas y se ha convertido en un pilar fundamental del cristianismo.
En esta época navideña, cuando se celebra el nacimiento de Jesús, su figura vuelve a ocupar un lugar destacado en las conversaciones. ¿Quién fue Jesús y por qué su legado ha influido de manera tan decisiva en el curso de la humanidad? La respuesta se encuentra en la promesa del Reino y el amor que él mismo encarnó y predicó.
Tal vez por eso el cristianismo ha persistido a lo largo de los siglos: no por la certeza del cielo, sino por la intuición de que un modo de amar puede ya ser vivido en la Tierra. En los espacios relacionales, especialmente en el ámbito familiar y entre los más cercanos, es donde el amor suele manifestarse con mayor fuerza durante las festividades navideñas.
El mensaje de Jesús, que vibró entre la promesa del Reino y el amor vivido, ha logrado traspasar las fronteras ideológicas y convertirse en un referente universal. Su legado de amor, que trasciende el tiempo y el espacio, sigue inspirando a millones de personas en todo el mundo.










