La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) de Honduras se encuentra en una delicada situación financiera, con pérdidas que superan el 36% y una deuda que asciende a más de 87,000 millones de lempiras. Este problema, calificado como una "bomba fiscal" por expertos, será uno de los mayores retos que deberá enfrentar el próximo gobierno electo.
Según un informe de la Secretaría de Finanzas (Sefin), la ENEE cierra 2025 con un fuerte deterioro en sus principales indicadores financieros. La empresa presenta una "posición financiera retadora" que impacta negativamente en su rentabilidad y liquidez, agravado por altos niveles de endeudamiento que han derivado en atrasos en el pago de su servicio de deuda.
Los últimos datos revelan que los ingresos programados para la ENEE suman 50,441.9 millones de lempiras, pero lo ejecutado al tercer trimestre es solo del 63% (31,770.8 millones), muy por debajo del 76% de gastos (38,520.3 millones). Esto se traduce en un déficit acumulado de 87,811 millones de lempiras.
Además, la ENEE enfrenta una deuda en mora con acreedores financieros por 16,645.62 millones de lempiras, y 16,486.9 millones con los generadores de energía. Sumado a esto, los pasivos contingentes de la empresa ascienden al 20.1% del PIB, explicado en un 53.9% por las garantías y avales otorgados por el Estado.
Expertos consultados coinciden en que el próximo gobierno "recibirá una bomba fiscal" que requerirá de una serie de medidas correctivas de corto plazo para mejorar la situación de la ENEE. La reducción de las elevadas pérdidas, que superan el 36%, será uno de los mayores retos para incrementar los ingresos de la empresa y sanear sus finanzas.










