Los migrantes que se encuentran en la frontera norte y sur de México están celebrando la Navidad en medio de la incertidumbre y la nostalgia por estar lejos de sus hogares. Cientos de ellos permanecen en albergues o sin un lugar fijo para vivir, enfrentando la falta de empleo, la separación familiar y la incertidumbre migratoria.
En Ciudad Juárez, albergues como el comedor Pan de Vida han comenzado a recibir nuevamente a migrantes que intentaron salir de estos espacios para rentar vivienda o buscar trabajo, pero que ante la falta de documentos y oportunidades laborales han regresado. "Es una situación muy triste para todos los migrantes que están ahorita en calle, y sobre todo los que están siendo deportados", explicó Ismael Martínez, representante del albergue.
La temporada decembrina también intensifica la carga emocional de los migrantes, ya que "no hay para comprar los regalos para los niños en Navidad, juguetes o ropa, es muy dura la situación para ellos", dijo Martínez.
Entre quienes viven esta realidad está Lida Reyes, migrante hondureña que permanece en un albergue en Juárez con tres de sus hijos, mientras su madre y otros familiares se quedaron en su país. Reyes explicó que su plan original era cruzar a Estados Unidos, pero no fue posible y recordó cómo celebraban la Navidad en Honduras.
Otra historia es la de María del Refugio Hernández Morales, migrante originaria de Torreón, madre soltera que llegó a la frontera con sus tres hijos y ahora pasa la Navidad en un albergue. "Es muy difícil pasar la Navidad así, porque las familias siempre están unidas", dijo.
En la frontera México-Guatemala, cientos de migrantes también enfrentan la Navidad y las fechas decembrinas en las calles, en albergues, o en las llamadas cuarterías, donde rentan cuartos, alejados de sus familias. La Coordinadora del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), en Tapachula, América Pérez, señaló que son fechas emotivas para las personas en movilidad, donde recuerdan a la familia, que están lejos de casa y han dejado su país de origen.
"Estas fechas muchas personas las pasan en situación de calle, incluso en estaciones migratorias, personas que no tienen alimentos y que no tienen cómo pasar un tiempo de festividad porque no tienen la herramientas o recursos para solventar las necesidades", expuso Pérez.
A pesar de la difícil situación, los migrantes intentan rescatar el espíritu navideño en un lugar donde se han quedado estancados desde hace un año, tras las nuevas políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.












