Tras el reciente decomiso de dos buques petroleros en aguas venezolanas por parte de Estados Unidos, se ha reabierto el debate sobre la llamada "flota fantasma", un grupo de tanqueros sancionados que utilizan diversas tácticas para llegar a los puertos, cargar petróleo y continuar con sus rutas.
Según un informe de la ONG Transparencia Venezuela, en noviembre pasado disminuyó el número de tanqueros internacionales con destino a las terminales petroleras venezolanas, de 112 a 98. De estos, 64 son buques internacionales, 17 pertenecen a la estatal Pdvsa y otros 17 llegaron con sus señales de rastreo (AIS) apagadas.
La organización cree que los operativos militares y las tensiones con Estados Unidos están relacionados con esta disminución. Estiman que aproximadamente el 40% de los buques que llegan al país son irregulares, incluyendo embarcaciones sancionadas, furtivas y de "flotas oscuras".
En el informe también se reporta que aumentó el número de tanqueros comisionados por la estadounidense Chevron, de 3 a 8 en noviembre. Estos llegaron con carga media y partieron a puertos estadounidenses como Corpus Christi, Beaumont y Good Hope.
Sin embargo, el envío de crudo a China se mantiene, ya que la mayoría de los tanqueros no declaran los puertos chinos como su destino final. Según el documento, solo dos navíos aparecieron en los registros con terminales de origen en Zhoushan y Ningbo, pero ni ellos ni otros presentaron puertos de China como destino inmediato.
Además, solo una tercera parte de los tanqueros observados en noviembre presentaron manifiestos de destino, lo que genera incertidumbre sobre el paradero del resto de las cargas de crudo venezolano.
En ese mismo mes, se conoció que un buque de guerra de Estados Unidos obligó a un petrolero ruso, el SeaHorse, a desviar su ruta hacia la Costa Oriental venezolana. Este buque, sancionado por la Unión Europea y el Reino Unido, tuvo que frenar su desplazamiento al noroeste de Aruba ante la presencia del destructor USS Stockdale de la marina estadounidense.
Transparencia Venezuela detectó que el SeaHorse nunca atracó en el terminal José ni en cualquier otro de los puertos orientales, permaneciendo durante varios días al este de la isla La Borracha, a 11 km de Puerto La Cruz, antes de emprender nuevamente su marcha.
En esa misma zona del parque nacional Mochima, las imágenes satelitales muestran una importante concentración de tanqueros, incluyendo el también sancionado buque panameño Warrior King y otros no identificados por los sistemas de rastreo.
Según el informe, se han observado al menos 13 operaciones ilícitas de trasiego de crudo o STS (transferencia entre buques) entre buques oscuros, furtivos y sancionados en la zona marítima de Caquetíos, cerca de la bahía de Amuay, un aumento con respecto a los 6 casos detectados en octubre.
Este complejo escenario evidencia los desafíos que enfrentan las autoridades para monitorear y controlar el tráfico marítimo de petróleo en aguas venezolanas, donde la llamada "flota fantasma" parece evadir constantemente las sanciones y continuar con sus operaciones.
