Japón ha dado un paso importante en el desarrollo de tecnología de defensa al desplegar un sistema láser de 100 kilovatios (kW) a bordo de uno de sus buques de guerra. Este avanzado sistema, desarrollado por Kawasaki Heavy Industries, tiene la capacidad de destruir drones y otras amenazas aéreas ligeras en pleno vuelo.
El sistema defensivo, instalado en el JS Asuka de la Fuerza de Autodefensa Marítima, utiliza 10 láseres de 10 kW cada uno, combinados para crear un haz único de 100 kW. Esta tecnología, basada en fibra óptica, permite una amplificación y focalización precisa del haz láser, haciéndolo altamente efectivo contra objetivos aéreos.
Una de las principales ventajas de este sistema es su capacidad para "no agotar munición". A diferencia de los sistemas tradicionales que dependen de proyectiles, el láser puede continuar su ataque mientras haya suficiente energía eléctrica disponible, lo que reduce considerablemente los costos por disparo.
Sin embargo, el despliegue de este tipo de armas de energía dirigida enfrenta varios desafíos técnicos antes de poder ser utilizado en un conflicto real. Las condiciones en el mar, como el viento, la humedad y la reflexión atmosférica, pueden afectar la precisión del láser, lo que requiere un sistema de estabilización avanzado.
Además, la eficiencia de los láseres de fibra óptica, que oscila entre el 25% y el 35% en condiciones óptimas, limita la cantidad de energía disponible para el arma, un factor crucial en la defensa marítima donde los recursos energéticos son limitados.
Japón ha programado pruebas en condiciones reales en el mar a partir de febrero de 2026, lo que permitirá evaluar el rendimiento del sistema en un entorno dinámico y con condiciones meteorológicas adversas. Estas pruebas serán cruciales para determinar si la tecnología es viable para su despliegue en situaciones de combate.
Japón no es el único país que está explorando este tipo de armas láser para la defensa naval. Estados Unidos, Francia y Reino Unido también están desarrollando sus propios sistemas, y la industria militar global observa de cerca estos avances, ya que las armas láser podrían redefinir la defensa de futuras generaciones.












