La nueva ley SB 785 aprobada en Texas busca facilitar la instalación de viviendas prefabricadas que cumplen con estándares federales, limitando la capacidad de los gobiernos locales para imponer restricciones o exigir permisos especiales.
La normativa, que entrará en vigor a partir de septiembre de 2026, establece que los municipios deberán permitir por derecho la colocación de este tipo de propiedades en al menos una zona residencial de su territorio. Esto implica que ya no podrán excluirlas completamente.
Además, la ley introduce cambios en el proceso de solicitud de permisos, estableciendo un plazo máximo de 45 días para que las autoridades locales respondan. Si no emiten una denegación por escrito dentro de ese período, la solicitud se considerará automáticamente aprobada.
La legislación también limita las tarifas y exigencias económicas que pueden imponer los municipios, prohibiendo la solicitud de permisos, fianzas o seguros adicionales para el transporte e instalación de las viviendas prefabricadas.
Estos cambios buscan reducir las restricciones que hasta ahora han limitado la expansión de este tipo de construcciones residenciales en Texas, aun cuando cumplen con los estándares técnicos y de seguridad establecidos a nivel federal.
La ley otorga previsibilidad tanto a propietarios como a desarrolladores, al obligar a los gobiernos locales a identificar claramente en sus mapas de zonificación las áreas donde se permitirá la instalación de estas propiedades.
Si bien existen algunas excepciones, como situaciones de emergencia o zonas con riesgos ambientales, la normativa establece reglas uniformes que los municipios deberán respetar a partir de su entrada en vigor.
Esto implicará que las autoridades locales deberán revisar y ajustar sus ordenanzas para cumplir con las nuevas disposiciones estatales, lo que podría generar cambios en los mapas de zonificación, los procesos administrativos y las regulaciones sobre permisos.
La aprobación de esta ley se enmarca en un contexto de creciente demanda de viviendas asequibles en Texas, donde las casas prefabricadas se perfilan como una alternativa más accesible. Sin embargo, su implementación también generará debates sobre el equilibrio entre las políticas estatales y las facultades municipales en materia de desarrollo urbano.












