El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pasará las festividades de Nochebuena y Navidad en su residencia privada de Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida).
El líder republicano inició su jornada este miércoles jugando al golf, su actividad recreativa favorita, en su club Trump International de West Palm Beach. Más tarde, tiene previsto responder llamadas de niños que se comunican con el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (Norad), que desde hace 70 años rastrea el recorrido de Santa Claus.
Trump también mantendrá conversaciones telefónicas con tropas estadounidenses para desearles unas felices fiestas. De acuerdo con la agenda oficial de la Casa Blanca, el presidente no tiene previstos eventos públicos para el jueves, Día de Navidad.
El mandatario dejó Washington el viernes pasado y se instaló en Mar-a-Lago, su residencia privada favorita, donde se espera que permanezca hasta después de las fiestas de Año Nuevo. Mar-a-Lago es un gran club social y resort exclusivo que Trump adquirió en 1985 y que, durante su primer mandato (2017-2021), utilizó con frecuencia como residencia y sede de reuniones oficiales, por lo que llegó a ser conocido como "la Casa Blanca de invierno".
Durante ese periodo, Trump solía pasar allí las vacaciones navideñas y asistir a los servicios religiosos de Bethesda-by-the-Sea, la iglesia en la que se casó con la primera dama, Melania, según informa el diario local The Palm Beach Post.
En un mensaje de Navidad publicado en su cuenta de Twitter, Trump envió saludos a todos, incluyendo a "la escoria de la izquierda radical que hace todo lo posible por destruir nuestro país, pero que está fracasando estrepitosamente".
La decisión de Trump de pasar las fiestas en su resort privado en Florida se enmarca en una tradición de los presidentes estadounidenses de disfrutar de unas vacaciones navideñas lejos de la Casa Blanca. Tanto Barack Obama como George W. Bush solían viajar a Hawái y Texas, respectivamente, durante esta época del año.
