El escritor Mario Antonio Sandoval comparte una emotiva reflexión sobre la Navidad de este año, marcada por la pérdida de seres queridos y el dolor que eso conlleva. A pesar de la tristeza, Sandoval resalta el verdadero espíritu de la Navidad y expresa su deseo de que los lectores puedan tener una celebración tranquila, llena de esperanza y paz.
Sandoval comienza su texto señalando que este año su tradicional tristeza navideña se ha unido a un "nuevo, inesperado e injusto dolor" por la pérdida de un ser querido. Explica que su familia se reunirá para la cena de Nochebuena, pero no estarán todos completos, pues algunos se encuentran fuera de su tierra.
"Estamos atravesando por una experiencia cuyos posibles efectos se mantendrán durante el resto de todas nuestras vidas y en esta noche, al frío de la Nochebuena se agregará un frío presente fustigante en nuestro corazón", escribe Sandoval.
El autor también lamenta haber perdido a varios amigos a lo largo del año, lo que le ha hecho reflexionar sobre la cercanía de su propia partida. "Pronto los años de mi vida comenzarán con un 8. Entender esto tiene reacciones inesperadas, como gozar en lo posible del tiempo faltante", confiesa.
A pesar de este panorama, Sandoval resalta que la Navidad le permitirá "desahogar algo para lo cual no tengo capacidad, como sí lo poseen muchas personas, llorar". Recuerda con cariño los momentos felices vividos con sus hijos y nietos, y reconoce que el dolor de los padres es aún mayor cuando pierden a sus seres queridos.
No obstante, Sandoval insiste en que "la muerte de todos los seres queridos no debe olvidarse, pero sí aceptarse y admitir la presencia de ellos en los sueños y en los pensamientos de los días comunes y corrientes". Afirma que las sillas vacías en la mesa navideña estarán "completas con los espíritus de ellos, invisibles para los presentes pero irradiando su amor como lo hicieron en vida".
Finalmente, el autor resalta que "el espíritu real y verdadero de la Navidad consiste en la celebración de la humilde llegada del Salvador del Mundo" y expresa su deseo de que los lectores puedan tener una Navidad "tranquila, sin tristezas ni dolores, llena de la esperanza y la paz ofrecidas con una estrella luminosa en el portal de Belén".
