El Consejo de Seguridad de la ONU debatió la escalada de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, mientras varios países pidieron desescalada, respeto al derecho internacional y una solución pacífica conforme a la Carta de las Naciones Unidas.
Estados Unidos acusó a Venezuela de "amenazar la paz y la seguridad internacional" y de "apoyar el terrorismo", mientras que Venezuela respondió acusando a Estados Unidos de "injerencia" y de "intentar un golpe de Estado".
Sin embargo, la mayoría de los países que intervinieron en el debate llamaron a ambas partes a evitar una confrontación y a buscar una solución negociada al conflicto. Países como Rusia, China, Cuba y Bolivia respaldaron a Venezuela, mientras que otros como Reino Unido, Francia y Alemania pidieron contención y diálogo.
El representante de Noruega, por ejemplo, afirmó que "no hay solución militar a este conflicto" y que "el diálogo y la negociación son la única forma de avanzar". Por su parte, el embajador de México instó a "respetar la soberanía, la no injerencia y la solución pacífica de controversias".
La tensión entre Estados Unidos y Venezuela se ha intensificado en los últimos meses, con acusaciones mutuas de injerencia, sanciones económicas y amenazas de intervención. Ambos países reclaman la legitimidad del gobierno en Caracas, lo que ha llevado a una grave crisis política y humanitaria en Venezuela.
Ante este escenario, la comunidad internacional hace un llamado a las partes a privilegiar el diálogo y a evitar una escalada militar que podría tener consecuencias devastadoras para la región. La solución al conflicto pasa necesariamente por respetar el derecho internacional y encontrar una salida negociada que atienda las preocupaciones de todas las partes involucradas.











