La crisis diplomática entre Estados Unidos, Rusia y China se agudiza por la situación en Venezuela. En una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, los embajadores de Rusia y China criticaron duramente la "presión militar y económica" que ejerce Washington sobre el gobierno de Nicolás Maduro, a quien acusan de financiar "el narcoterrorismo" con la venta de petróleo.
Según el representante ruso, Vasili Nebenzia, el bloqueo naval impuesto por Estados Unidos para evitar la exportación de crudo venezolano constituye una "agresión flagrante" y un "comportamiento de cowboy" que viola las normas del derecho internacional. Por su parte, el embajador chino, Sun Lei, rechazó "todos los actos de unilateralismo e intimidación" y afirmó que su país apoya a Venezuela en la defensa de su "soberanía y dignidad nacional".
En respuesta, el representante estadounidense, Mike Waltz, aseguró que su país "hará todo lo que esté en su poder para proteger nuestro hemisferio, nuestras fronteras y al pueblo estadounidense". Waltz reiteró las acusaciones del presidente Trump de que Maduro es un "fugitivo buscado por la justicia" y el líder de un "cartel del narcotráfico".
El embajador venezolano, Samuel Moncada, calificó el bloqueo naval como "la mayor extorsión conocida en nuestra historia" y denunció que Washington busca "que los venezolanos abandonemos nuestro país y lo entreguemos" para apoderarse de las reservas petroleras, las más grandes del mundo.
Ante este cruce de acusaciones, el secretario general adjunto de la ONU, Khaled Khiari, ofreció los "buenos oficios" de la organización para facilitar una salida diplomática al conflicto, si ambas partes lo solicitan. Sin embargo, la tensión entre Estados Unidos, Rusia y China parece lejos de resolverse.
