El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos registró un sorprendente crecimiento del 4,3% en proyección anual durante el tercer trimestre de 2025, muy por encima de las expectativas de los analistas, según datos oficiales publicados por el Departamento de Comercio.
Este fuerte incremento, de 1,1% en comparación con el segundo trimestre, se vio impulsado principalmente por un aumento del consumo, las exportaciones y el gasto público, a pesar de una caída en la inversión.
Los analistas esperaban una moderación de la actividad, con un crecimiento anualizado del PIB en torno al 3,2%, frente al 3,8% del trimestre anterior. Sin embargo, los datos divulgados el martes superaron ampliamente esas proyecciones.
El indicador, considerado muy positivo a primera vista, generó cierta preocupación en los mercados financieros estadounidenses, que deberían abrir la sesión en rojo. Esto se debe a que un PIB tan fuerte podría dar a la Reserva Federal (Fed) un motivo más para mantener las tasas de interés sin cambios en su próxima reunión.
Hasta ahora, el PIB ha evolucionado de manera irregular, con una contracción inesperada (-0,6%) a comienzos de año, seguida de un fuerte repunte en el segundo trimestre. Más allá de estos vaivenes trimestrales, los responsables de la Fed esperaban que Estados Unidos cerrara 2025 con un crecimiento del 1,7% respecto a 2024.
El gobierno del presidente Donald Trump, que regresó a la Casa Blanca en enero, sostiene que su política "procrecimiento", con aranceles, rebajas de impuestos y desregulación, está dando frutos. Sin embargo, algunos economistas consideran que el crecimiento está poco equilibrado, ya que se apoya principalmente en las inversiones en inteligencia artificial y la construcción de centros de datos, mientras que sectores más tradicionales se estancan.












