En 2019, Arabia Saudita condenó a muerte a cinco personas por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, quien fue asesinado en el consulado saudí en Estambul. Sin embargo, la justicia saudí absolvió a los principales acusados en este caso que generó una gran conmoción internacional.
El 2 de octubre de 2018, Jamal Khashoggi, un periodista saudí que escribía para The Washington Post, entró al consulado de su país en Estambul, Turquía, para realizar unos trámites. Nunca volvió a salir con vida.
Según las investigaciones, un grupo de agentes saudíes lo asesinaron y descuartizaron su cuerpo dentro del consulado. El asesinato generó una gran indignación a nivel mundial y puso en jaque a la monarquía saudí, cuyo príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, fue señalado como el posible autor intelectual del crimen.
Tras una investigación opaca y cuestionada, en diciembre de 2019 la justicia saudí condenó a muerte a cinco personas por el asesinato de Khashoggi. Sin embargo, los principales acusados, entre ellos dos altos asesores del príncipe heredero, fueron absueltos.
La sentencia fue ampliamente criticada por organizaciones de derechos humanos y la comunidad internacional, que consideraron que se trató de un juicio amañado para proteger a los verdaderos responsables del crimen. Amnistía Internacional calificó la sentencia como "una burla a la justicia".
El asesinato de Khashoggi marcó un punto de inflexión en la imagen internacional de Arabia Saudita y puso en entredicho la supuesta "apertura" y "modernización" impulsada por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán. A pesar de las condenas, el caso sigue sin resolverse y sin que se haga justicia por el crimen cometido.










